La Escala Centígrada: al derecho y al revés

Un 19 de mayo de 1743, el físico francés Jean-Pierre Christin publicó un diseño revolucionario para un termómetro de mercurio. Lo que hacía especial a su invención era la escala que utilizaba: 0 grados para el punto de fusión del agua y 100 grados para su punto de ebullición.

Dos Mentes, Una Gran Idea (Con un Giro)

Curiosamente, la idea de una escala basada en los puntos de congelación y ebullición del agua no surgió de la nada. Un año antes, en 1742, el astrónomo sueco Anders Celsius ya había propuesto una escala similar. Sin embargo, había un pequeño detalle: la escala original de Celsius estaba ¡invertida! Es decir, 0 grados representaba el punto de ebullición del agua y 100 grados su punto de fusión.

Fue la propuesta de Christin la que solidificó la configuración que conocemos y usamos globalmente. Al establecer el 0 en el punto de congelación y el 100 en el de ebullición, creó una progresión lógica y ascendente que simplificó enormemente las mediciones y la comprensión de la temperatura.

El Termómetro de Lyon y la Expansión de una Escala

El termómetro de Christin, a menudo llamado el "termómetro de Lyon" (ya que era director del Museo de Lyon), fue rápidamente adoptado y se ganó la preferencia de la comunidad científica. Su diseño, combinado con la escala lógica, proporcionó una herramienta estandarizada y reproducible para medir la temperatura, algo esencial para el avance de la física, la química, la meteorología y muchas otras disciplinas.

Antes de esta estandarización, existían numerosas escalas de temperatura, lo que dificultaba la comparación de datos y la colaboración científica. La escala de Christin (que con el tiempo se le atribuyó a Celsius en su forma corregida, y finalmente se renombró como Celsius en honor a Anders Celsius por la Conferencia General de Pesas y Medidas en 1948) se convirtió en el estándar internacional para la mayoría de los propósitos científicos y cotidianos, especialmente en los países que adoptaron el sistema métrico.

Así que la próxima vez que veas un termómetro marcando grados Celsius, tómate un momento para apreciar la simplicidad y genialidad de esa escala, fruto de la visión de estos pioneros.

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